La ciudad posee gran arquitectura colonial, de los siglos XVI, XVII y XVIII y moderna, digna de darse a conocer, en especial las cuatro edificaciones que el Ministerio de Cultura declaró como Bienes de Interés Cultural – BIC: El sector histórico, la Casa de Hacienda “La Julia”, la Antigua Estación del Ferrocarril y el Teatro Municipal.
Gran parte de sus más representativas edificaciones son de carácter religioso como la Catedral de San Pedro Apóstol, la Capilla de San Francisco, la Iglesia de Santo Domingo, la Capilla de la Merced y la Iglesia de Santa Bárbara. Sin embargo, es la Basílica Menor del Señor de los Milagros, la que atrae la mayor parte de los peregrinos a la ciudad que le rinde culto a la imagen de Jesús crucificado.
Mito o leyenda. La historia cuenta que, en 1580 una anciana que lavaba ropa en el río, encontró el pequeño crucifijo al que le erigió un pequeño altar en su choza. Al poco tiempo de haber sido encontrado, no muy lejos de donde se construyó el templo, aquella imagen empezó a crecer hasta alcanzar un metro de altura, noticia que llegó a oídos del cura párroco y las familias más prestantes de la época, testigos juramentados de eventos sobrenaturales y milagros extraordinarios.
La actual edificación fue elevada a Basílica Menor en 1936 durante la Conferencia Episcopal en Bogotá, gracias a la solicitud que hiciera Monseñor Adriano Díaz a la Santa Sede. Es así como Buga, juntamente con otras 25 basílicas menores de la actualidad, se convirtió en la cuarta basílica menor del país después de las catedrales de Bogotá, Santa Marta y el templo de la virgen de Chiquinquirá.
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